lunes, 4 de agosto de 2008

¿maldad o verdad?

Cuatro jóvenes de la clase media alta volvían de una fiesta cuando vieron a un hombre durmiendo en el banco de una parada de ómnibus. Uno de ellos tuvo idea y los otros concordaron. Compraron tres litros de alcohol, lo rociaron y le prendieron fuego. El hombre se transformó en una antorcha humana, mientras los jóvenes huían riéndose a carcajadas.

El cuadro que acabo de describir no es una historia para hacer una película de terror. Sucedió en la capital de un gran país. Los abogados de los jóvenes presos, alegaron que sus clientes no querían cometer un crimen, que “solo querían divertirse”.

Hace casi veintitrés siglos que Salomón describió a este tipo de personas. Lo único que le faltó fue escribir el nombre de estos cuatro jóvenes. Hay gente que sólo quieren “divertirse”, pero va dejando un rastro de dolor, sangre y sufrimiento en personas inocentes.

Esa gente comienza con cosas consideradas inocentes, como colocar una cucaracha en el bolso de una chica o tirar a un amigo vestido a la piscina. Actitudes de “chicos” que son festejadas. Más tarde, serán paredes pintarrajeadas y monumentos públicos depredados, después “picadas” de vehículos “tuneados” por las calles de la ciudad y, finalmente, asesinatos u otros delitos mayores. Todo en nombre de la diversión. A veces, los padres son los primeros defensores de las “picardías” de sus hijos.

¿Qué tipo de personas eres tú? ¿Qué clase de hijos estas criando? ¿Qué clase de educación le estas dando? ¿Justificas los errores de ellos? ¿Tratas de “explicar” sus deslice? La paternidad es un don del cual un día el ser humano tendrá que rendir cuenta.

Cuando el fundamento es Cristo, los valores espirituales son parte de la educación. No apenas los valores morales. Generalmente la persona es moral para los otros, pero es espiritual para Dios, que todo lo ve. Es posible tener valores morales y no espirituales. Pero es imposible ser espiritual y no tener valores morales.

Reflexiona hoy en actitudes. Como ser humano, como padre, como educador, no comiences las actividades de este día sin recordar que “El hacer maldad es como una diversión al insensato, mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento”.

¿ Maldad o verdad ?

Cuatro jóvenes de la clase media alta volvían de una fiesta cuando vieron a un hombre durmiendo en el banco de una parada de ómnibus. Uno de ellos tuvo idea y los otros concordaron. Compraron tres litros de alcohol, lo rociaron y le prendieron fuego. El hombre se transformó en una antorcha humana, mientras los jóvenes huían riéndose a carcajadas.

El cuadro que acabo de describir no es una historia para hacer una película de terror. Sucedió en la capital de un gran país. Los abogados de los jóvenes presos, alegaron que sus clientes no querían cometer un crimen, que “solo querían divertirse”.

Hace casi veintitrés siglos que Salomón describió a este tipo de personas. Lo único que le faltó fue escribir el nombre de estos cuatro jóvenes. Hay gente que sólo quieren “divertirse”, pero va dejando un rastro de dolor, sangre y sufrimiento en personas inocentes.

Esa gente comienza con cosas consideradas inocentes, como colocar una cucaracha en el bolso de una chica o tirar a un amigo vestido a la piscina. Actitudes de “chicos” que son festejadas. Más tarde, serán paredes pintarrajeadas y monumentos públicos depredados, después “picadas” de vehículos “tuneados” por las calles de la ciudad y, finalmente, asesinatos u otros delitos mayores. Todo en nombre de la diversión. A veces, los padres son los primeros defensores de las “picardías” de sus hijos.

¿Qué tipo de personas eres tú? ¿Qué clase de hijos estas criando? ¿Qué clase de educación le estas dando? ¿Justificas los errores de ellos? ¿Tratas de “explicar” sus deslice? La paternidad es un don del cual un día el ser humano tendrá que rendir cuenta.

Cuando el fundamento es Cristo, los valores espirituales son parte de la educación. No apenas los valores morales. Generalmente la persona es moral para los otros, pero es espiritual para Dios, que todo lo ve. Es posible tener valores morales y no espirituales. Pero es imposible ser espiritual y no tener valores morales.

Reflexiona hoy en actitudes. Como ser humano, como padre, como educador, no comiences las actividades de este día sin recordar que “El hacer maldad es como una diversión al insensato, mas la sabiduría recrea al hombre de entendimiento”.