miércoles, 20 de agosto de 2008

ATENCION AL CLIENTE: ELEMENTO CLAVE EN EMPRESA

En estos días llegué con una amiga a un destacado centro médico de nuestro país para consultar a un especialista. El primer paso era pagar la consulta en el área de caja, y nos dirigimos allá.

Al pararnos al frente saludamos y mi amiga, sacó el dinero de su cartera, tan pronto la cajera vio el dinero, de inmediato con un tono grosero (…) comenzó a gritarnos que ella no estaba autorizada a cambiar dinero a nadie… entre otras cosas que no vale la pena mencionar.

A todo esto nosotras no habíamos abierto la boca para decirle porque estábamos ahí, pero es que ella como caballo sin frenos no nos dio tiempo a hablar, cuando mi amiga entendió que no debía seguir escuchando le interrumpió y solicito su servicio que era pagar una consulta médica; ella le cobró pero seguía a regañadientes.

Cuando terminamos más adelante nos encontramos con otra amiga que acababa de ser maltratada por la misma cajera, en peores condiciones, no obstante, juntas todas conversando llega alguien (que trabaja en ese lugar) a quien todas conocemos, nos saludas y nos escucha hablar de lo anteriormente ocurrido, y nos comenta que casualmente va para donde esa empleada porque acaba de recibir una queja de un cliente que también fue maltratado cuando fue a pagar un servicio que recibiría.

Ahora bien, partamos de la suposición de que esa persona al salir de su casa ese día dejó muchos problemas y estaba muy cargada emocionalmente, ¿será esto una excusa para maltratar a los clientes? o ¿tienen los clientes la culpa de lo que sucede en su casa?, ningunas de las dos son validas.

El cliente no tiene la culpa de los problemas personales suyos; al salir de la casa cada día, usted, debe dejar sus situaciones personales guardadas para ser resueltas a su regreso y llegar a su oficina con una animo de disposición de servicio a todo cuanto lo requiera su función. De lo contrario quédese en su casa, hasta tanto lo resuelva, (bueno eso depende de que tan bondadoso sea su jefe).

El hecho es que parte de nuestra madurez emocional es no mezclar una cosa con la otra, como dice las Sagradas escrituras: “Cada cosa tiene su tiempo debajo del sol”.

Pero bueno, eso es pensando en que a ella le sucedió algo ese día, pero miremos desde otra vertiente, que esa es su personalidad, ¿cuántos clientes no habrá perdido ese centro médico por esa empleada? y el personal administrativo lo desconoce (…). Imaginemos que al paso del tiempo ese lugar que parecía muy bueno desaparece porque de repente los clientes dejan de ir.

Así sucede con muchas cosas en la vida de la gente, y todo por una mala atención al cliente, olvidamos que no somos una isla y debemos comunicarnos correctamente con nuestro entorno, y de esto dependerán nuestros logros en la vida.

Recordemos que nuestro lugar de trabajo y todo el que nos rodea es nuestra segunda familia y hogar, por lo tanto hagamos con amor nuestra labor, eso nos hace crecer y llegar muy lejos, no trabajes por el simple salario que recibes cada mes, trabajas porque lo que tú haces es un una granito de arena importante para la construcción de una mejor sociedad.