martes, 11 de agosto de 2009

Por qué debes dejar de fumar?

El fumar cigarillos es uno de los principales factores que predisponen al ataque cardíaco.
Es conocido que casi una quinta parte de las muertes debidas a enfermedad del corazón son causadas por el hábito de fumar.
Otras enfermedades como el cáncer del pulmón y el enfisema pulmonar también se encuentran entre la larga lista de problemas de salud favorecidos por el consumo de cigarrillos, además el humo precedente de las personas que fuman también afecta de manera importante a los no fumadores, principalmente a los niños.
El riesgo de infartos del corazón en un fumador es más del doble que en una persona no fumadora. Al dejar de fumar, usted reduce este riesgo en forma muy importante desde las primeras 24 horas.
Si usted ya tuvo un ataque cardiaco y deja de fumar hoy mismo reducirá el riesgo de sufrir otro. No importa el número de cigarrillos que fuma o el tiempo que ha fumado, cuando deja de fumar su riesgo de infarto del corazón se reduce.
Tres años después de suspender el hábito de fumar su riesgo de enfermedad del corazón es casi el mismo que si nunca hubiera fumado.
Esto equivale a recuperar la salud que casi perdió. El abandono del tabaco es tal vez la medida aislada más eficaz en la prevención de las enfermedades tanto cardiovasculares como no cardiovasculares en los pacientes hipertensos.
Aquellos fumadores que abandonan el tabaco antes de los 40-50 años tienen una expectativa de vida similar a los no fumadores. Aunque el efecto presor del tabaco es muy pequeño y el abandono del mismo no elimina el riesgo cardiovascular total, si se ve claramente reducido al dejar de fumar.
Todos los pacientes hipertensos que fuman deben recibir el consejo apropiado para que dejen de hacerlo. Este hecho debe suponer un aumento evidente en el período de tiempo dedicado a la primera visita o primer contacto con el paciente y debe reforzarse en cada visita sucesiva hasta conseguir el abandono total. Esta medida es capaz de conseguir el abandono en el 21% de los pacientes.
El abandono del tabaco es en ocasiones un objetivo difícil ante la importante adicción que provoca el hábito. La conciencia del peligro del hábito y la voluntad de su abandono son las principales herramientas que garantizan el éxito.

Esta información fue distribuida por el programa un “Plan de cinco días para dejar de fumar” de la Iglesia Adventista del Séptimo Día”