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domingo, 19 de junio de 2011

DESPUES DE UNA NOCHE


Cuando aún la oscuridad de la madrugada reina,  camina sola por las desoladas calles y avenidas del Centro de los Héroes, de la capital dominicana, con pasos que reflejan cansancio, la joven mujer mantiene la cabeza en alto, por si un desesperado cliente o enemigo aparece, uno para atacar o el otro, en mejor de la suerte para solicitar servicios, antes que raye el sol.
Tacones altos y pasos desbalanceados, falda de 10 centímetros de largo, bolso grande, que una vez fue blanco, colgando a mitad de brazo y  cabellos despeinados;  la mujer de tés oscura y figura corporal, no muy privilegiada por la naturaleza, sus ojos altivos brillaban en la oscuridad
5:35 de la madrugada cuando la población comienza a integrarse para cumplir la agenda laboral, la trabajadora sexual, como se le llama ahora, con “interés” de “proteger” su ¡integridad!  (…), culmina su “jornada de labor” (…), con las manos vacías o llenas, debe retirarse, porque en pocos minutos la claridad del día se apodera de lo que es su lugar de trabajo, y este pasa a ser  el espacio de los que durante la noche descansaron en una cama.
Como llamarle, si pobre mujer o una mujer pobre, que usa cuerpo como herramienta de trabajo para “el sostén económico” (…) de ella y los que esperan en casa,  o en el primer caso, que placenteramente usa como excusa su cuerpo y hace de él un objeto de placer sexual para otros.
No tengo la cifra exacta, pero si la certeza de que millones de mujeres en todo el mundo venden  su cuerpo  como objeto sexual. Voy más lejos, muchas desde muy temprana edad son obligadas ejercer ese oficio.
Retomando la protagonista de nuestra historia, al salir el sol juntas a sus colegas de labores, en plena vía pública se cambiaban el atuendo nocturno, por el diurno, creando apariencia de dirigirse a un empleo que “aquiete la conciencia”.
Bueno te preguntarás si me lo contaron o lo vi, pues te confieso que lo último. Mientras esperaba junto a un equipo de trabajo, en una madrugada de clima fresco, ellos ocupados en diversos quehaceres, observé la dama de unos 35 anos, con rostro de 45 dando su última ronda, a pesar de su aspecto harapiento.
No, se que pensaste al leer este artículo, pero a eso no se le puede llamar vida, te dejo en la libertad de darle el calificativo que consideres,  pero me atrevo a darte la sugerencia de que no intentes vivir ese desastre que muchos se atreven a llamar “VIDA”…….




martes, 11 de agosto de 2009

Por qué debes dejar de fumar?

El fumar cigarillos es uno de los principales factores que predisponen al ataque cardíaco.
Es conocido que casi una quinta parte de las muertes debidas a enfermedad del corazón son causadas por el hábito de fumar.
Otras enfermedades como el cáncer del pulmón y el enfisema pulmonar también se encuentran entre la larga lista de problemas de salud favorecidos por el consumo de cigarrillos, además el humo precedente de las personas que fuman también afecta de manera importante a los no fumadores, principalmente a los niños.
El riesgo de infartos del corazón en un fumador es más del doble que en una persona no fumadora. Al dejar de fumar, usted reduce este riesgo en forma muy importante desde las primeras 24 horas.
Si usted ya tuvo un ataque cardiaco y deja de fumar hoy mismo reducirá el riesgo de sufrir otro. No importa el número de cigarrillos que fuma o el tiempo que ha fumado, cuando deja de fumar su riesgo de infarto del corazón se reduce.
Tres años después de suspender el hábito de fumar su riesgo de enfermedad del corazón es casi el mismo que si nunca hubiera fumado.
Esto equivale a recuperar la salud que casi perdió. El abandono del tabaco es tal vez la medida aislada más eficaz en la prevención de las enfermedades tanto cardiovasculares como no cardiovasculares en los pacientes hipertensos.
Aquellos fumadores que abandonan el tabaco antes de los 40-50 años tienen una expectativa de vida similar a los no fumadores. Aunque el efecto presor del tabaco es muy pequeño y el abandono del mismo no elimina el riesgo cardiovascular total, si se ve claramente reducido al dejar de fumar.
Todos los pacientes hipertensos que fuman deben recibir el consejo apropiado para que dejen de hacerlo. Este hecho debe suponer un aumento evidente en el período de tiempo dedicado a la primera visita o primer contacto con el paciente y debe reforzarse en cada visita sucesiva hasta conseguir el abandono total. Esta medida es capaz de conseguir el abandono en el 21% de los pacientes.
El abandono del tabaco es en ocasiones un objetivo difícil ante la importante adicción que provoca el hábito. La conciencia del peligro del hábito y la voluntad de su abandono son las principales herramientas que garantizan el éxito.

Esta información fue distribuida por el programa un “Plan de cinco días para dejar de fumar” de la Iglesia Adventista del Séptimo Día”